lunes, 27 de septiembre de 2010

A hombre regalado...

El incrédulo hombre miró al caballo sentado del otro lado del escritorio. Si, el que estaba sentado era el caballo, no el hombre. El pobre tipo estaba de pie con su sombrero dando vueltas entre sus manos y sin saber muy bien qué decir.
- ¿Y bien? ¿Qué desea?- dijo al fin el caballo, con mirada tranquila mientras ponía ambos cascos sobre el mostrador. El hombre desvió la vista hacia la larga hilera de personas amordazas y encadenadas a la pared, justo detrás del caballo.
- Pu pu pues, he venido a alquilar un…- El animal acerco más el morro al cliente con gesto amenazante-… a alquilar una persona, pa pa para dar una vuelta por el bosque- tartamudeó el sujeto nerviosamente sin terminar de creer lo que había dicho.
- Muy bien, sígame por aquí- comentó el caballo mientras se ponía de pie y caminando en dos patas se acercaba a los humanos colocados en compartimentos llenos de paja y estiércol. A medida que iban pasando por los habitáculos el hombre creía notar las miradas de miedo y súplica en las caras sucias de los prisioneros. – Mire éste, observe qué cruz, qué formidable crin, ¡qué estupenda grupa!- Todas estas exclamaciones las acompañaba el caballo con golpes de sus cascos en las diferentes partes citadas, a lo cual el cliente se llevaba una mano a la boca tratando de contener un grito de espanto. Decidió elegir ese mismo ejemplar para que el animal no continuara con el martirio, pero el asunto no terminaba ahí. El caballo no se quedó satisfecho hasta que el hombre montó al pobre infeliz y dio unas vueltas por las caballerizas, animándole a que lo golpeara con la fusta todo lo que quisiera. Una vez el trato estuvo cerrado los acompañó hasta la salida y los siguió con la mirada hasta que se perdieron de vista entre los árboles del bosque.

2 comentarios:

  1. Este es un relato que va más allá: te hace reflexionar sobre tu propia actitud frente a la vida y hacia los demás. Todos deberíamos, aunque solo fuera por un instante, ponernos en el lugar del otro... seguro que algo en nosotros cambiaría.

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