viernes, 24 de septiembre de 2010

El devorador de sombras

Han pasado muchos años desde que nuestro querido amigo se convirtió en "eso", desde que todos nosotros vivimos en la oscuridad. Somos sombras proyectadas en la pared, moviéndose temerosamente por los suelos y los techos según el capricho de las velas. Al mínimo rumor desde fuera de la casa todos sabemos qué hacer. Coger a los niños y ancianos e ir lo mas rápido y silenciosamente posible hacia los sótanos, donde él no nos pueda ver. Todavía tenemos marcado en nuestras mentes el recuerdo de cuando cogió desprevenido a uno de los nuestros, un joven de no más de 15 años. Oíamos sus alaridos de terror desde nuestro refugio, llorando amargamente mientras la vida de nuestro compañero era arrancada poco a poco. ¿Cómo pudo nuestro querido amigo transformarse en algo tan horrible, algo que helaría los huesos del propio Satanás en el infierno? Algún día tendremos que enfrentarlo y darle muerte, aunque quizás sea demasiado tarde y nos haya devorado a todos, borrando una a una nuestras sombras sobre la pared.

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